26 septiembre 2010

Creer.

foto de unaamery5 en 26/09/10

Hoy es uno de esos días en los que me siento estúpida por creer que el amor puede ser eterno. Pero aunque no me guste, lo creo, y seguiré creyéndolo, y eso es lo importante, creer en algo, tener fe. Aunque no sea religiosa, aunque seamos ateos o anti-eclesiásticos, seguimos teniendo fe en algo. En la vida, en el amor, en esa personita especial que nos mira con esos ojos, en un futuro ideal, en algo que esta por llegar. Porque lo queramos aceptar o no, la fe es la esencia de todo. Es la esencia de la vida, de lo que haya después de ésta, del amor, de la felicidad. El creer en algo es lo que nos mantiene vivos, avanzando día a día, levantándonos del suelo cuando tropezamos .Es lo único que hace que podamos cumplir nuestros sueños, o si más no, intentarlo.


Y pensándolo bien, a lo largo de toda la historia, nuestros antepasados, veían la fe de otra forma. Creían el la vida, en el amor, en un futuro mejor. Y así, creyendo en lo que tenían, alcanzaron proezas, alcanzaron honor y fortuna, y también, alcanzaron el amor eterno. Porque sólo creyendo puedes hacer que se haga realidad lo que deseas.

16 septiembre 2010

Love sincerity



 
Un sueño, una fantasia, una esperanza... Algo mágico qe sucederá. Esa sensación de mariposas en el estomago revoloteando, ese sentimiento de incapacidad. Esa decisión tomada. Darlo todo por alguien. Darle el alma, el corazón, el cuerpo y la mente y no esperar recibir nada a cambio. Esa calidez dentro de tu alma, algo acaba de encajar. El hueco está cuebierto, la herida restañada. Esa paz y ternura interior. Ese fuego ardiente que recore todo el cuerpo de pies a cabeza. Esa marca de electricidad al contacto de su piel que revoluciona tus hormonas. Esa palabra que no sale de tu cabeza; amor.



A veces no sirve actuar, a veces no sirve mentir para agradar. A veces no sirve intentar ser lo que no eres. Hay veces en las que la falsedad solo te hace caer en un pozo, un pozo lleno de mentiras.
Hay veces que el querer agradar a los demás hace que te olvides de agradarte a ti. Olvidarte de quien eres, de que haces y de lo que quieres. Y cuando eso pasa, cuando estás perdido en medio de una multitud de gente que te empuja a sacar lo peor de ti para poder ganar ellos, para poder ser mejor que tú en todo, entonces ves que estas con el agua hasta el cuello. Te estás ahogando poco a poco en ese profundo pozo de blasfemias.