31 julio 2011

Mi tesoro


Hoy voy a hacer honor al nombre del blog, recuerdos olvidados. La diferencia está en que espero no olvidar esos recuerdos nunca. Porque eso son, recuerdos, solo recuerdos ya. Y ahora tengo que sentarme a escribir mientras me caen lágrimas de añoranza en los ojos. Y os voy a contar un secreto: He descubierto una amistad tan fuerte cómo Hércules, como un dragón de mil cabezas, como mil tormentas juntas. Y ahora se ha acabado todo. Nos hemos separado, y quién sabe si nos volveremos a ver. 



Han sido unas semanas demasiado intentas como para que acaben aquí. Pero así es la vida. Viene y va. Conoces a gente, aprendes a quererla, y se van. Este año ya me he separado de demasiadas personas importantes para mí. Y ahora todo se reduce a un recuerdo. El recuerdo de la verdadera amistad. Vivir cada día con una persona, te hace madurar, aprender a convivir, aprender a quererla, aprender a aceptar sus defectos y a ver sus virtudes, a confiar y ser sincero con ella y contigo mismo.
Hacer todas las cosas juntos, reír con ellos, llorar con ellos…Amistad.  Inglaterra, ese es el recuerdo que nunca olvidaré.

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